¿Ser feliz o tener la razón?
"Tener la razón" es una de las adicciones favoritas del ser humano. Frecuentemente queremos tener la razón en oposición a otro que "está equivocado".
Con tal actitud se inician toda suerte de discusiones, desde disputas domésticas, hasta cruentas guerras mundiales; no importa el tamaño del conflicto lo esencial es que querer “tener la razón” a cualquier precio, causa división, discordia, infelicidad.
Eran las 8 p.m. en un concurrida avenida y una pareja va retrasada para cenar con unos amigos, La dirección es en un rumbo que no suelen frecuentar por lo que ella consultó el mapa antes de salir, él conduce y ella le orienta indicándole que gire en la siguiente calle a la izquierda, él argumenta muy seguro que es hacia la derecha e inicia la discusión y casi al instante ella guarda silencio, entonces él decide girar a la derecha. En pocos minutos se da cuenta de que estaba equivocado. Aunque es difícil, admite que tomo el camino equivocado al tiempo que inicia el retorno, ella en silencio le sonríe con conformidad.
Una vez que llegaron a la cita se disculparon por el retraso la noche transcurrió grata y amena. Cuando habían emprendido el camino de regreso él comenta:
-Tú estabas segura de que tomaba el camino equivocado, ¿por qué no insististe para que me fuera por el correcto?
Ella responde: Porque íbamos retrasados, las calles estaban tan congestionadas y los ánimos estaban calentándose, estábamos a punto de una discusión, si yo buniese insistido más habría estropeado la noche y entre tener razón y ser feliz prefiero ser feliz.
La mayoría de las veces gastamos una cantidad de energía innecesaria sólo para demostrar que tenemos razón, independientemente de tenerla o no.
Por esta razón antes de iniciar cualquier discusión debemos preguntarnos: ¿Quiero ser feliz o tener la razón?