La impaciencia en los niños
Los niños a los dos años son unos pequeños terremotos, estan en una edad donde la curiosidad los invade y sienten una necisidad enorme de reafirmar su personalidad. Ya han aprendido a caminar y eso les da la posibilidad de llegar y alcanzar lugares que antes eran imposibles apra ellos. Querran lograr lo que se propongan y de forma inmediata.
Usted como padre, madre o familiar ya que si el niño vive con mas personas de la familia como los tios es importante que todos tenga en ecuenta la importancia de enseñarle en que ocasiones es necesario esperar y ayudarle a desarrollar la práctica virtud de la paciencia. Dominar su impulsividad e impaciencia es un aprendizaje necesario tanto para su seguridad como para que se adapte a las normas más básicas de la convivencia.
Será necesario que se ponga a su altura de comprensión y que utilice el lenguaje y los elementos que forman parte de la vida cotidiana de su hijo. Para ayudarle en tan importante tarea, le ofrecemos algunas sugerencias por algunos expertos, fáciles de poner en práctica y recomendandole que ponga mucho de su parte que les tenga mucha paciencia.
Trucos para que aprenda a esperar:
-Explíquele con claridad y frases comprensibles para él, por qué y cuándo deberá esperar. Por ejemplo, si acaban de volver del paseo y está pidiendo su merienda desesperadamente, aclárele que la preparará cuando ambos se quiten la ropa, se cambien sus zapatos y se laven las manos. No ignore sus lamentos o lo deje sin explicación.
-Procure señalar, cuando esté jugando con él, o leyendo juntos un cuento, todas las pautas que sugieran esperas. Hagale ver que su osito de peluche deberá tener paciencia hasta que llegue la hora de sacarlo de paseo porque antes hay que desayunar, asearse, vestirse o comente los párrafos del cuento en el que el protagonista está esperando la llegada de un regalo, pero el mensajero que lo lleva tiene que recorrer la ciudad en bicicleta, esperar en los semáforos, etc… Cualquier ejemplo que implique guardar turnos, aguardar un tiempo, etc, valdrá para ir introduciendo la idea en sus costumbres. Hay muchas posibilidades de práctica en el hogar, implicándole en la observación de tareas que se desarrollan en un periodo de tiempo concreto, así como lo que tarda la torta en hacerse en el horno, la bañera en llenarse de agua, etc.
-Tenga muy en cuenta, al darle explicaciones, su capacidad de comprensión. No sabrá a qué atenerse si le dice que deberá esperar diez minutos, porque aún no tiene esa noción concreta de duración del tiempo, pero si sabrá lo que tiene que esperar si en su habitación tiene un despertador bien atractivo, y le dice que cuando suene el reloj, será el tiempo de hacer lo que está esperando. Igualmente puede servir un magnetófono y avisarle que cuando acaben una o dos canciones, un pequeño cuento, etc… podrá atenderlo.
-Siempre conviene tener guardado, para situaciones de emergencia en las que las explicaciones no bastarán, algún juguete nuevo u otro tipo de alternativa para que pueda distraerse solo. Puede bastar con pequeñas sorpresas como dejarle unas galletas con formas de animales sobre la mesa, o poner un vídeo de dibujos animados que capten su atención por un rato.
-Procure favorecer la interacción con otros niños para que simplemente la experiencia de la convivencia le enseñe a madurar en este aspecto. Si lo lleva a una función de marionetas, aprenderá a esperar hasta que empiece, y si quiere columpiarse en el parque deberá hacerlo esperando a que los niños que utilizan el columpio dejen de hacerlo.
-Premie su paciencia con sonrisas, abrazos y muestras de contento. Aunque a usted le parezca sencillo lo que trata de enseñarle, para su pequeño es un duro aprendizaje que le supone esfuerzo y superación personal.
Fuente : www.yupimsn.com