El suicidio juvenil
El suicidio juvenil, no tiene que ver con el satanismo, música o cualquier evento externo al joven. Según, el libro de la Doctora Ángela Marulanda: "Creciendo con Nuestros Hijos", el suicidio es el resultado de un intenso sentimiento de desesperación, de impotencia, de pesimismo y de depresión. Esto lleva a la persona a sentirse tan desesperada e incapaz de cambiar su situación, que acabar con su vida parece ser la única opción.
El suicidio no solo parece ser considerado como el resultado definitivo e irremediable, también existen los intentos de suicidio que de igual forma dejan entrever a un adolescente desdichado, solo y lleno de conflictos. En todos los casos el joven se siente angustiado con su mundo interior; Podría decirse que se encuentra desbarajustado, lo cual lo obliga a realizar lo impensable.
Aunque suene muy obvio, son los padres más que ningún otro las personas encargadas de recuperar en sus jóvenes el sentido y el deseo de vivir, pero como dice la Doctora Marulanda: "Quien puede contagiarlo es quien a su vez haya sabido basar su existencia en los auténticos valores morales y espirituales.
La ausencia de los padres en la vida de sus hijos, especialmente en la etapa adolescente, periodo de dudas e indecisiones , es definitivamente para que estos muchachos desarrollen tendencias a extremos poco gratos para su futuro.
La escasa tolerancia a la frustración, a la derrota, al enfrentar obstáculos y problemas que normalmente se presentan en la vida, les hacen tomar decisiones que en su fuero interior pueden ser consideradas inevitables: como el hecho de terminar con su propia vida.
El desespero y el desamparo son sentimientos comunes en muchos jóvenes, en los que se desarrollan tendencias autodestructivas; estos se pueden percibir mejor y sentir en mayor cantidad. Por esto la familia en especial, debe propender estos sentimientos muchas veces inevitables, sean más asimilables...
Fuente : Nidia Estella Trujillo. Sicóloga.