Genes y fobias
Más del 10% de la población sufre o ha sufrido alguna vez un episodio de fobia. La agorafobia - el miedo a los espacios abiertos -, los ataques de pánico o la tan común claustrofobia son, entre otros padecimientos, los trastornos conocidos formalmente como desordenes por ansiedad o comúnmente llamados fobias.
Los inconvenientes prácticos y sociales que estas experiencias producen en gran cantidad de personas de todos los niveles sociales son también económicamente importantes para el trabajo y el rendimiento de los afectados.
Recientemente un grupo de investigadores halló que: la duplicación de un segmento del cromosoma 15 de los humanos podría ser la culpable de la susceptibilidad de algunas personas a padecer estos ataques de pánico, agorafobia y algunos otros trastornos psicológicos relacionados.
Cromosoma 15
En un artículo publicado sobre el tema, se informa que tras estudiar a un extenso grupo de familias con historia de desórdenes por ansiedad, se encontró que el 90 % de los miembros de esas familias afectadas presentaban la duplicación de una pequeña región del cromosoma 15. Este desarreglo genético, conocido como DUP25 fue hallado también en el 97 % de pacientes no relacionados entre sí ni con las familias estudiadas, demostrando que la anomalía no era específica de las familias analizadas.
Los cromosomas son los paquetes en los que se comprime y enrolla el material que porta la herencia de los seres vivos: los genes. Los seres humanos tenemos 46 cromosomas, 23 son heredados de la madre y 23 son el legado paterno. En el momento en que se produce la fecundación del óvulo por el espermatozoide, ocurre un fenómeno entre los cromosomas de ambos progenitores conocido como entrecruzamiento, en el cual estos se juntan e intercambian fragmentos unos de otros. Si alguno de estos intercambios falla, puede darse el caso de duplicaciones, fragmentaciones, inversiones o pérdida de genes. Esto se conoce como aberraciones cromosómicas, una de las cuales es la que produce el fenómeno que hallaron los investigadores.
La región duplicada contiene más de 60 genes, de los cuales los científicos han identificado tan solo 23. Al parecer, entre estos genes que se han duplicado hay algunos que contendrían la información para construir proteínas involucradas en el control de la comunicación y la interacción entre las neuronas.
Cerebro y emociones
Los especialistas afirman que "una sensibilidad extrema del cerebro a las situaciones y factores ambientales que producen estrés podría ser consecuencia, de una sobreproducción de proteínas relacionadas con funciones neuronales, quizás específicamente con el sistema límbico".
Según explican los expertos, esta parte del cerebro está involucrada en la formación de emociones en general, particularmente con la defensa, el escape, la ira, el miedo y otros comportamientos instintivos. Sin embargo, habría que estudiar muy bien cuál es el efecto concreto que provocan estos genes duplicados para poder hablar con más fundamentos sobre lo que está pasando a nivel de la conducta de un individuo.
Circuitos neuronales
Los especialistas afirman "Se está intentando ahora encontrar exactamente cuáles de los genes del DUP25 son los causantes de estos desordenes. Si esto se logra, seria posible producir drogas que desactiven esos genes o supriman las proteínas que ellos producen". Pero el ambiente también es muy importante, ya que una persona , aun teniendo la duplicación DUP25 puede no desarrollar ningún miedo. "En las familias afectadas por ejemplo - concluyen-, el 20% de la gente que presenta esta anomalía cromosómica, no tiene ningún desequilibrio del comportamiento".
Los cientificos afirman que ell desarrollo de desórdenes por ansiedad, está relacionado con varias partes del cerebro, no con una sola, pero aun no se sabe con exactitud qué es lo que los genera y hay que ser cauto a la hora de proponer hipótesis que creen expectativas en la gente.
Es un momento de grandes avances y descubrimientos para entender cómo somos y cómo funcionamos. "En cuanto a las teorías que explican los mecanismos de funcionamiento del cerebro, se concluye que estamos como la física en la época de Galileo, con todo por hacer, por imaginar y probar, con un inmenso y desconocido campo para conocer y descubrir, pero es necesario hacerlo de a poco, sentando las bases sobre las que se construirá algún día el conjunto de conocimientos que nos dará la idea de cómo funciona nuestra mente"
Fuente : Latinsalud/Lic. Esteban Cynowiec