¿Tiene complejos?

El origen material de los complejos es imposible de determinar de forma única. Hay quien se desespera por unos quilitos de más y quien lo hace por unos quilos de menos; hay quien tiene complejo por tener el pecho grande y quien sufre por tenerlo pequeño. Hay quien sufre por una nariz generosa y quien llora por ser demasiado chata... El resultado es que casi todo el mundo es víctima de algún complejo.

Existen infinidad de complejos enraizados en las características físicas individuales. Sin embargo, en la mayoría de ocasiones los complejos no son fruto que una característica física, sino de una insuficiente autoestima.

Los expertos aseguran que la mayoría de complejos se originan en la infancia y en la adolescencia ya que durante estas épocas el individuo es completamente receptivo a los juicios que se formulan a su alrededor. Y el resultado puede ser demoledor. Las críticas constantes y destructivas motivarán inseguridad y falta de confianza. Es decir: dibujarán el perfil idóneo para los mejores candidatos a sufrir todo tipo de complejos.

Algunos Consejos

-Seguro que tiene defectos. No pretenda ser perfecta. Acéptelos y viva a gusto con ellos. Si no tiene un cuerpo escultural, si no tiene fluidez para hablar en público, si quisiera ser más alta o más baja, si cree que es demasiado tímida... ¡no se juzgue tan duramente! Sea realista y honesta.

-Piense en sus virtudes.

-Las personas optimistas son menos propensas a caer en el pozo de los complejos. Viven más pendientes de las características positivas que las definen y restan importancia a aquello negativo que puede enturbiar su imagen. Intente adoptar este espíritu: se trata de reforzar lo positivo y negar todo aquello que lo puede perjudicar. No tengo, no soy, no estoy... Olvide las continuas negaciones y adopte el sí como argumento: tengo, soy, estoy... Esta es la mejor táctica para afrontar las dificultades.

-Los complejos florecen en personas con un cierto perfil de insatisfacción personal. Aquellas personas que juzgan su vida de forma espléndida tienen menos probabilidades de sucumbir a los complejos.

-La autoestima también guarda una relación directa con los complejos. Tener un concepto bajo y descalificado de uno mismo es la principal causa. Quizá a los ojos de los demás su nariz no parezca tan desmesurada, ni su cuerpo tan imperfecto ni su personalidad tan poco atractiva. Lo más probable es que sea usted quien genera esa percepción deformada de la realidad.

Fuente : Mujerweb