Hijos abandonados por su madre
Con frecuencia se habla de hogares de un solo progenitor, generalmente los hijos son abandonados más por el padre biológico y es más común observar en esta sociedad la resistencia de éste para reconocer a sus hijos biológicos cuando fueron engendrados fuera del matrimonio.
“ Los niños y niñas que crecen sin padres están expuestos a un sinnúmero de riesgos físicos y emocionales, no digamos los niños que crecen sin su madre… los peligros, pueden ser mayores y marcarán la vida del niño para toda la vida”, afirman los especialistas.
Todo ser humano viene de un vientre materno y la estrecha relación que se desarrolla a lo largo de la gestación entre la madre y el nuevo ser es físicamente simbiótica. El niño se alimenta, respira y excreta, durante todo el período prenatal a través del torrente sanguíneo de la madre... vive dependientemente de su madre y si esto sucede físicamente, el vínculo emocional es mucho más poderoso entre ambos.
La maternidad es un don que pocas mujeres no pueden experimentar y aparte del trabajo físico que representa la gestación y el parto, no importando su estado civil, edad, nivel económico, etc., es a ellas, a quién se le otorga casi toda la responsabilidad de la crianza y la formación de la personalidad de los hijos y en la actualidad hasta aportar económicamente al hogar.
Los primeros años de vida tienen gran impacto en la formación de la personalidad de todo individuo. Los expertos en conducta sostienen que la elección de la profesión, el tipo de trabajo, la elección de la pareja, sus rasgos de personalidad, etc. se prefabrica en la mente del individuo antes de los ocho años, influencia directa de la personalidad de sus progenitores, la escuela y su contexto social.
En algunos casos las mujeres rechazan su papel de madres, aborrecen su femineidad y asumen casi sombríamente altas responsabilidades. Se involucran con hombres, que aceptan a medias su papel masculino y sucumben ante las demandas y críticas o llegan a abandonar el hogar. En general el ambiente familiar es disfuncional y emocionalmente estéril para los hijos.
Una madre, después de abandonar a su criatura, dijo “mi vida es un desastre, a duras penas puedo cuidar de mí... mucho menos podré cuidar de mi hijo”.
En otros casos, ambos padres carecen de conocimientos generales sobre el mundo que los rodea y la ignorancia es el común denominador, no siempre hay retardo mental ni un fondo educativo limitado pero pueden ser esquemas familiares potenciales para observar el abandono de los hijos.
La madurez física y emocional en los padres, así como la seguridad económica en el ambiente familiar son la plataforma para el desarrollo adecuado de la personalidad de cualquier individuo y asegura una actitud adulta responsable.
Dentro de las causas que puede dar origen al abandono, están: niños o niñas cuyos padres son adolescentes, hijos de madres solteras o con poca madurez emocional para hacerse cargo de la formación de la personalidad del nuevo ser, jóvenes que en su infancia fueron abusadas sexualmente, que consumen drogas y presentan conducta delictiva y que por su juventud no cuentan con la educación o la experiencia que se requiere para trabajar y ganarse el sustento.
La ausencia de una política en el ámbito nacional sobre medidas anticonceptivas y planificación familiar, y las mujeres que prestan sus servicios sexuales, son candidatas potenciales para formar parte de la estadística de este fenómeno que se observa, en el ámbito mundial.
Puede ser que ante el temor de sufrir un fracaso humillante, muchas jóvenes se desentienden de sus hijos.
En estos casos puede observar, que los niños pasan al cuidado de un familiar, aunque existen casos de padres solteros: raras veces el padre se hace cargo de toda la responsabilidad que conlleva el acompañamiento, la crianza y la formación de la personalidad de los hijos.
Aunque se habla de la desnaturalización de la mujer al abandonar a un hijo o hija, existe otro cuadro social: aquella madre que aunque atraviese por un gran sufrimiento al desprenderse de un hijo, se sacrifica para darle la oportunidad de seguridad y bienestar económico también cuando lo da a otra familia a través de la adopción.
Lo anterior es para evitar que sus hijos se conviertan en niños y niñas de la calle como víctimas inocentes de la descomposición social, expuestos a todos los peligros y vejámenes que la calle suele ofrecer a esta población.
Existen niños que son legalmente declarados en abandono y por los largos trámites burocráticos, reformas y polémicas sobre la ley de adopción se conviertan en los “hijos de nadie” mientras su situación legal se resuelve.
Fuente : Deguate