Tan antiguo como el trabajo, el acoso moral, continúa actualmente existiendo entre nosotros, habiéndose intensificado en su gravedad.
Mente
Ser padres
Te dí la vida, pero no puedo vivirla por ti; puedo enseñarte muchas cosas, pero no puedo obligarte a aprender; puedo dirigirte, pero no puedo responsabilizarme por lo que haces; puedo darte amor, pero no puedo obligarte a aceptarlo; puedo ensenarte a compartir, pero no puedo forzarte a hacerlo; puedo hablarte del respeto, pero no te puedo exigir que seas respetuoso.
Puedo aconsejarte sobre las buenas amistades, pero no puedo escogértelas; puedo decirte que el licor es peligroso, pero no puedo decir No por ti; puedo advertirte acerca de las drogas, pero no puedo evitar que las uses; puedo exhortarte a la necesidad de tener metas altas, pero no puedo alcanzarlas por ti.