Perdonar
Elijo perdonar. Elijo la paz.
De vez en cuando, todos tomamos decisiones que son menos que ideales. Cuando esto ocurre, lo mejor es evitar condenarnos o culpar a los demás y, en vez de ello, aceptar la paz que nos ofrece el perdón. El amor de Dios es la clave para el perdón. Cuando digo o hago algo de lo cual me arrepiento, primero me dirijo al centro de paz y amor en mí por guía. Si necesito pedir perdón a alguien, confío en que el amor de Dios guiará mis palabras y acciones.
El perdón es el camino a la paz y al crecimiento espiritual. Al perdonarme y perdonar a los demás, doy paso a expresiones mayores de felicidad y bienestar. Elijo perdonar. Elijo amar. Elijo ser feliz.
Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguien, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone.—Marcos 11:25