Perfección
Doy gracias por la perfección de Dios que vive en mí.
Cuando los padres ven a su recién nacido, ven perfección. Cualquier falla imaginable se pasa por alto, porque ven con los ojos del amor. Sólo ven una maravillosa creación de Dios.
La perfección divina es parte de mi mundo. La percibo más claramente al mirar a las personas y a las situaciones en mi vida con ojos de amor. Las dudas desaparecen al enfocar mis pensamientos ahora en la perfección de Dios en expresión.
Esta perfección obra en mi vida y en las vidas de mis seres queridos como una luz guiadora, una presencia sanadora, una gracia que lo abarca todo. Doy gracias por la perfección de Dios y por las muchas bendiciones perfectas que experimento cada día.
Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.—Mateo 5:48
Cuando los padres ven a su recién nacido, ven perfección. Cualquier falla imaginable se pasa por alto, porque ven con los ojos del amor. Sólo ven una maravillosa creación de Dios.
La perfección divina es parte de mi mundo. La percibo más claramente al mirar a las personas y a las situaciones en mi vida con ojos de amor. Las dudas desaparecen al enfocar mis pensamientos ahora en la perfección de Dios en expresión.
Esta perfección obra en mi vida y en las vidas de mis seres queridos como una luz guiadora, una presencia sanadora, una gracia que lo abarca todo. Doy gracias por la perfección de Dios y por las muchas bendiciones perfectas que experimento cada día.
Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.—Mateo 5:48